Actualmente las organizaciones se componen de dos partes muy importantes, dentro de los cuales están los activos tangibles y los activos intangibles. En este momento, sin duda alguna los activos intangibles, que son el capital intelectual, es lo que marca la pauta en las organizaciones ya que la organización como tal no crear el conocimiento, sino que son las personas las que crean y gestionan este conocimiento para darle un valor agregado a la organización.
El conocimiento está en todas partes, desde las personas hasta los mercados, en todos lados podemos encontrar conocimiento por eso en un principio lo importante no es crear más conocimiento, sino identificar y gestionar el existente.
Organizaciones Inteligentes:
El factor clave para una organización inteligente es el conocimiento, pero no contar con personas que lo tengan, sino contar con políticas de generación de espacios de aprendizajes, donde las personas no se quedan solo con su conocimiento sino que constantemente buscan la manera de aprender otros conocimientos y transmitir los propios. Para que una organización cuente con la capacidad de aprendizaje debe tener unas competencias, como lo son: pensar sistemáticamente, aprender en equipo y gestionar el conocimiento.
El conocimiento está en todas partes, desde las personas hasta los mercados, en todos lados podemos encontrar conocimiento por eso en un principio lo importante no es crear más conocimiento, sino identificar y gestionar el existente.
Organizaciones Inteligentes:
El factor clave para una organización inteligente es el conocimiento, pero no contar con personas que lo tengan, sino contar con políticas de generación de espacios de aprendizajes, donde las personas no se quedan solo con su conocimiento sino que constantemente buscan la manera de aprender otros conocimientos y transmitir los propios. Para que una organización cuente con la capacidad de aprendizaje debe tener unas competencias, como lo son: pensar sistemáticamente, aprender en equipo y gestionar el conocimiento.